Comentario de Graciela de la Asociación Nacional de Mujeres Ixmucané

Me alegre, mi corazón reboza de gozo, de alegría  y no ha sido fácil, pero aquí estamos. Ya dijeron las compañeras, no nos deja siempre derramar lágrimas porque las heridas no sanan. Siempre hay una herida pequeña, pero también a través del libro hemos agarrado valor y hoy decimos, ‘¡aquí estamos!’ los sobrevivientes. Ya no todas las mujeres que aparecen en el libro están en este libro, pero todavía vivimos algunas que vivíamos en carne propia lo que este libro testifica. Gracias aquí venimos porque se escucha que narran que tal vez es una película, ‘tal vez no pasó así’. Pero sí pasó y es realidad. Y estamos aquí confirmando que sí es cierto.

Cuando van a leer este libro es como que tienen a las mujeres en frente. El libro cuenta la realidad que sufrió nuestra patria Guatemala aunque hoy dicen no había homicidio, sí lo había, realmente lo vivimos. En este tiempo tenía 11 años, vimos muertos pero los muertos ya no hablan. Por esto los que estamos alzamos su voz, están adentro de nosotros, así viven todavía.  Los traemos  para que muchos escuchen nuestra voz. No nos quedamos callados, nos levantamos.

El título del libro es ‘No regresar al pasado’, porque no queremos volver. Las que sufríamos esta triste y dolorosa situación decimos, ‘no queremos regresar al pasado,  no queremos más guerra en Guatemala, queremos tener una Guatemala libre en donde se respeten los derechos humanos porque todos quieren vivir en paz con alegría.

Tal vez ya no tenemos las grandes tierras que perdimos porque nuestras tierras fueron arrebatadas. Hoy las tienen los grandes finqueros . Nuestra caballería que teníamos antes de irnos al refugio no la podíamos recuperar. Pero el pedacito que tenemos allí estamos y allí sobrevivimos.

Hoy decimos a nuestro pueblo que se escuche nuestra voz y que llegue hasta cada rincón de Guatemala y a nivel al mundo para que Guatemala no sufra más violencia, que no haya discriminación, que sea una Guatemala libre y si todos nos unamos el pueblo de Guatemala se levanta y tenemos voz y voto. Lo podemos hacer.

Muy indígenas y analfabetas que somos, pero ya no nos callamos, sino salimos a luz para que nos escuchen, para que se unan a la lucha, para que todos podamos vivir en paz, para que aquel que come un pan, no solo lo come uno, sino todos comamos. Que no se vuelva a repetir en Guatemala ese sufrimiento que tuvimos y aquí estamos en memoria de las mujeres que ya no están.

Gracias.