Presentación por Lou Keune

23 september 2022 en Holanda
Muy estimados amigas y amigos guatemaltecos y holandeses (y de otras partes como Chile y Argentina),


Quiero agradecer y saludar a todos ustedes aquí presentes. Participamos en un evento muy especial. Se presenta un libro muy valioso y bonito. Es un libro escrito por nuestra compañera Ria Menting, con textos provenientes de entrevistas a 47 compañeras guatemaltecas.
Para mi es un gran honor participar en la presentación de un libro tan inspirador. Inspirador porque nos presenta un conocimiento tan íntimo en la vida y lucha de estas y otras mujeres durante una guerra tan terrible que tuvo lugar en la Guatemala de los años sesenta y ochenta del siglo pasado. La gran mayoría de ellas son mujeres pertenecientes a diferentes pueblos mayas.


Este trabajo está basado en entrevistas hechas por Ria y compañeras gualtemaltecas y mexicanas. Claro está que este libro no hubiera sido posible sin las intervenciones de Ria. Ella fue la persona central en la fase de preparación y planificación de la investigación. Ella ha decidido, por ejemplo, qué temas abordar en las entrevistas. Hasta donde yo sé, ella no ha trabajado con un plan fijo y estático. En investigaciones sociales cualitativas los temas a discutir y las formas de entrevistar siempre son dinámicos. Y así es este libro. Las últimas partes son tan dinámicas y creativas como las primeras. Yo he leído este libro desde la primera página hasta la última con mucho entusiasmo e interés, y a veces con lágrimas y sonrisas. Hay textos en este libro que son de alta calidad. Tómese por ejemplo la descripción del trabajo estratégico a hacer en una primera fase de colonización. ¿A dónde vamos a vivir?, ¿Dónde construir los alojamientos? Lo más importante es el acceso al agua, entonces, ¿Cómo encontrar una fuente de agua fresca en una parte selvática? La descripción de esta empresa se hace en forma tan directa y clara que un hombre como yo al fin la entiende. Se debe comenzar con encontrar tierra mojada y más mojada. ¡Claro está! Y este trabajo no se puede comenzar así no más. Se debe planificar y organizar los trabajos a ejecutar. Y todo esto mejor sin economistas de la universidad de Tilburg!


Hay partes del texto que yo nunca voy a olvidar. Por ejemplo la parte en la cual una madre cuenta sobre un grupo de gente huyendo a Méjico, seguidos por el ejército. El hijo de esta mamá, de 9 años, está tan enferma que ya no puede caminar. Y la mamá no lo puede cargar. El niño dice que lo dejen allá y no arriesguen las vidas de los otros huyentes. ¿Qué hacer? La mamá cuenta sus dudas y desesperaciones. Afortunadamente, a último momento aparece un señor desconocido y dice que él va a cargar el niño. Así es la vida verdadera de la gran mayoría de refugiados en todo el mundo. Incluso los que entran en los Países Bajos.
Ojalá aparezca alguna vez una traducción de este libro para que todos los gobernantes y políticos holandeses lo lean. La buena calidad de estos textos resulta admirable, especialmente porque son presentados por algunas mujeres que no sabían leer y escribir. Y algunas de ellas no hablaban la lengua oficial, el español, aquí llamado “castillo” o algo semejante, derivado del “castellano”, la denominación gobernante en la gran mayoría de los países latinoamericanos.
A mi modo de ver, las 47 mujeres pueden ser consideradas como las autoras de este libro. Como ya mencioné antes, Ria ha tenido una intervención decisiva en la preparación y planificación de la investigación. También en otro sentido Ria ha jugado un rol decisivo. Terminadas las entrevistas, ella ha seleccionado y organizado qué partes de esas entrevistas presentar en los distintos apartados del libro. Claro está que ella tuvo la posibilidad de presentar las entrevistas así no más, eventualmente con ciertas modificaciones mnoresredacciones. Así se ha hecho en otros casos de entrevistas de historia oral. Y hay buenos argumentos para hacerlo así. En el caso de este libro considero muy positivo que Ria ha tomado un camino que facilita alcanzar conclusiones. Así la selección y presentación de las experiencias y expresiones de las mujeres entrevistados ha sido determinado por ella. Para mi este aspecto del libro no es un elemento negativo, sino un aspecto que una investigadora social debe tomar en cuenta cuando prepara o evalúa la práctica de su investigación. Ria ha hecho un trabajo muy admirable.
No obstante todo lo positivo del rol de Ria, en verdad las 47 mujeres son las autoras principales de este libro. Sin ellas no hay libro posible. Sin ellas, nosotros no habríamos podido conocer esta enorme colección de experiencias y sentimientos de una historia tan bonita y a la vez tan terrible de la población de Guatemala. Sin ellas no hay libro.


Hay muchas partes de este libro que me han dado informaciones o experiencias muy inspiradoras y nuevas. El libro comienza con descripciones y el análisis de la situación de la gran mayoría de las mujeres participantes. Ellas vivieron en el altiplano de Guatemala, en lo que ellas llaman la tierra fría. Allá tenían una economía de sobrevivencia. Es decir una economía a bajo nivel económico con múltiples actividades. En general son minifundistas con poco terreno y de baja calidad. Cultivan maíz y yuca, también diversas legumbres y ganado pequeño (cerdos, gallinas). Todo en pequeño número. Las tierras son por parte en propiedad, por parte en préstamo, con rasgos feudales, es decir, pagando los préstamos con trabajo o productos, y también con dinero. También recolectan productos que les ofrecen los bosques, como animales pequeños, diferentes productos de los árboles y los suelos, y leña. Además de las actividades agropecuarias y forestales se ven actividades caseras de las mujeres. Muchas mujeres saben tejer y también confeccionar vestidos. Todo ello, además de realizar la enorme cantidad de actividades más tradicionales de las amas de casa, como preparar comidas, educar los niños, atender a enfermos, etcétera, etcétera.


Y las familias saben construir sus propias casas, simples, pero donde una familia puede vivir. Son sociedades donde dominan los valores de uso. Pero al mismo tiempo suponen que ganan en una u otra forma dinero, más que todo para poder pagar los productos y servicios que no pueden producir ellos mismos. Por eso venden productos como parte de la cosecha de maíz, otros caseros, como canastas. Además, mucha gente de tierra fría trabaja unos meses del año en las zonas de tierra caliente, entre ellas cafetales. En muchos casos, todos los miembros de la familia participan en este trabajo. Realizar todo este complejo de actividades económicas presupone ciertas cualidades, calificaciones. Hay una cantidad de conocimientos y capacidades que uno debe conocer y aplicar. Además, se necesitan ciertas capacidades para poder coordinar esa cantidad de actividades. Son sistemas con cierta inteligencia inmanente. Pueden ser de gran utilidad en tiempos de crisis por causas climáticas o la guerra. Una de mis convicciones es que esta población sabe sobrevivir mucho mejor que nosotros los habitantes de zonas ricas, muy urbanizadas.


Nosotros los holandeses podemos aprender mucho de ellos por diferentes razones. Una es que al igual que muchas otras sociedades en el Sur, la vida está amenazada por ejemplo por el cambio climático, que nos va a obligar a pensar más en términos de valores de uso. Nosotros vamos a experimentar la exigencia de desarrollar capacidades de sobrevivencia. Y nuestras hermanas y hermanos del Sur nos podrán ayudar en eso. También por eso yo les recomiendo el libro.
Eso no quiere decir que la gente viviera en algo que se puede denominar el paraíso. En general ellos vivieron bajo condiciones bastante tradicionales. El papá era el jefe de la familia, los padres decidían sobre posibles enlaces entre sus hijos, a veces definían matrimonios en contra de los sentimientos de los hijos. Hubo casos de violencia dentro de la familia y abusos sexuales. La salud de mucha gente fue débil lo que se explica por las condiciones de vida que eran muy pesadas. Hubo muchos casos de mortalidad infantil. El nivel de educación era bastante bajo ya que muchos niños tenían que trabajar con sus padres. Y muchas familias no tenían dinero para comprar lápices ni cuadernos. Entonces muchos de estos pobladores comenzaron a buscar posibilidades de mejoramiento de su vida. Una es la migración hacia abajo donde había más tierra disponible y más servicios. Este camino han seguido las mujeres entrevistadas y sus familiares.
Ria ha agrupado las diferentes citas y relatos en 10 épocas. Una de ellas es la fase de colonización en Ixcán y Petén en los años sesenta y setenta del siglo pasado. En este periodo se puede observar que todas las cualidades que he mencionado de la gente del altiplano son de gran utilidad para construir esta nueva vida. Eso muestra el libro. También que desde 1975 vino la guerra. Entonces apareció el ejército en estos pueblos recién construidos. Los soldados y escuadrones de la muerte comenzaron a ejecutar una política y actividades tan crueles que uno puede hablar de genocidio. Yo he conocido bastante niveles de crueldad, barbaridades de represión en otros países, como Colombia y El Salvador. Conocí algo de las barbaridades que seres humanes pueden aplicar. Esto me ha convencido que lo peor que uno puede experimentar es la guerra. Lo que los soldados hicieron en Guatemala es increíble. Las mujeres de este libro dan testimonios de lo que ellas han visto y experimentado. Leyendo esto uno puede perder su fe en la humanidad. Pero al mismo tiempo estas mujeres dan muchas pruebas de su fuerza e inteligencias para sobrevivir esto también. Es increíble lo que ellas han experimentado. ¿Increíble? Veamos lo que está ocurriendo actualmente en Ucrania y Siria.


Mucha gente murió. Se estima que 200.000 personas. Muchos hombres desaparecieron. Actualmente aún continúa la búsqueda de sus restos. Nuestro amigo y fotógrafo Piet den Blanken, fallecido hace poco, hizo algunos reportes de esta búsqueda. Yo no puedo olvidar las fotos de Piet de cantidades de estos restos. El mismo Piet hizo fotos de otra parte de esta historia: la resistencia. Se fundó una guerrilla llamada EGP, Ejército Guerrillero de los Pobres. En un comienzo esta resistencia fue como extraña para las familias en esta zona. Después de cierto tiempo se establecieron vínculos entre la guerrilla y el pueblo en esta zona, entre otros motivos porque el EGP daba cierta seguridad a la gente oprimida. Algunas familias se unieron con la guerrilla buscando protección. De nuevo iban a vivir en la montaña. Allá experimentaron la importancia de la organización y disciplina. Un detalle que a mi me interesa especialmente, es que la presencia de extranjeros miembros de organizaciones de solidaridad daba cierta protección a la gente. Esta experiencia la conozco yo también de El Salvador.
El libro cuenta muchos sufrimientos que la población tuvo que experimentar. Muchos murieron, muchos fueron heridos tanto en lo físico como en lo psicológico. Muchos huyeron a México donde hasta cierto punto pudieron construir una nueva vida. Fue una vida con muchos elementos contradictorios. Por una parte, continuaron sus valores y costumbres de su tierra nativa. Y sus cualidades desarrolladas en Guatemala les servían para construir una vida aceptable. Iban a sembrar las tierras que obtuvieron. Construyeron alojamientos como hicieron en Guatemala. Todas sus cualidades guatemaltecas fueron muy útiles para sobrevivir en México.
Por otra parte, encontraron nuevas formas de vivir que se podría denominar como modernización. Esto daba origen a nuevos conflictos familiares. Por ejemplo, entre la juventud. Algunas de estas familias vivieron no lejos de Cancún. Gente de todas partes del mundo visitaron esta ciudad con toda su modernización, negativa y positiva. Algunos gualtemaltecos iban a trabajar allá. Claro está que así su vida, incluso sus pensamientos, cambiaron a fondo. También la posición de la mujer. En este aspecto México presenta una cultura y sociedad bastante diferentes. A esto se suma que muchas mujeres se vieron forzadas a asumir responsabilidades que originalmente fueron parte del dominio del hombre. ¿Por qué? Porque muchos hombres desaparecieron. Muchas mujeres pasaron entonces a intervenir en reuniones, y hasta incluso se convirtieron en dirigentes de asociaciones. En muchos sentidos su vida cambió a fondo.


Vino el día de tomar una decisión. ¿Vamos a retornar a Guatemala, sí o no? Para muchos de los refugiados guatemaltecos fue una decisión muy difícil. Entre otros motivos porque la vida mejicana tiene sus atracciones. ¿Y qué iban a encontrar en Guatemala? La gran mayoría volvió. Volvieron a una nueva vida con todas sus contradicciones. El libro describe este proceso. No fue fácil. Hubo muchos conflictos y limitaciones a vencer. Pero lo hicieron. Aprovechando todo lo bueno de sus vidas originales, incluso tradiciones y capacidades. Y también todo lo positivo de la actualidad mundial. Así hay continuidad en sus vidas, mezclada con muchos procesos de cambio y modernización. Y estas mujeres son ejemplos de determinación ante un futuro tan exigente. Por eso yo admiro a estas mujeres.